jueves, 13 de enero de 2011

Invierno, casi un sueño.


Frío…imagen de recuerdos casi olvidados y de sueños aun no vividos.
Casi no siento mis manos, el invierno aquí, aunque es poco, cala en los huesos cuando los atormentados termómetros de la ciudad descienden casi a punto de cero. Atormentados porque si los imagino con vida, supongo que tendrían su corazón a tope de tanto subir y subir y subir y luego bajar de un solo golpe.
No sé si es mi imaginación pero podría jurar que los inviernos en mi infancia eran menos cambiantes y más densos, recuerdo las mañanas a punto de ir al colegio, como los grados marcaban el signo de menos por delante y aun así nos preparábamos frente a un chocolate espumoso y caliente que al beber parecía que hervía pausadamente desde los labios hasta el estómago, y esos vasos largos como de barro pero pintados de blanco con imágenes de carruajes en color sepia que mientras mis sentidos y cuerpo terminaban de despertar, mi imaginación ya volaba pensando en quienes, hace mucho tiempo ya, habían viajado en ellos. Después de tantos años, cuando vuelve el invierno y hace frío, recuerdo eso como si lo estuviera viviendo de nuevo.
El frío me hace recordar muchas cosas y momentos, mis pies caminando entre la nieve derritiéndose por los rayos del sol, durante la “muy avanzada” primavera canadiense. Esas nevadas en pleno mes de mayo allá… y las muchas que espere acá de niña mirando por la ventana sin éxito alguno, aunque con los años ya me tocaron al menos un par.
Siempre creí que no soportaba el frío, pero me he ido dando cuenta que con la edad empiezo a disfrutarlo, tal vez ya me gusta más de lo que yo misma creía o simplemente trato de evocar buenos recuerdos vividos durante esta estación para hacerlo más llevadero y entonces también me imagino hasta lo que no he vivido...el invierno en Paris, el agua hecha hielo en Lake Louise y como dice la canción: “il freddo di Milano”…quizá algún día.


Foto: winter, almost a dream - Alexei Gourianov

3 comentarios:

  1. Ironías que nadie entiende en este planeta, donde la comprensión es importante, más allá si en México hace frio o en Chile morimos de un tremendo calor, los sentimientos son válidos, las esperanzas también :)

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  2. Querida Paty, acabo de leer tu visión por Calgary y sobre todo la sensibilidad con la describes a la gente de ese bellísimo lugar. Personas como tú son pocas. Felicidades y que ese espíritu tan hermoso que habita dentro de tí crezca aún más. Con afecto. Jackie Padilla.

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  3. Gracias Jackie, hace mucho no entraba a esta página y me alegro leer un comentario tan reciente. Saludos!

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